Localidad: CARCASTILLO (31310)
Dirección: Carretera Ctra. Caparroso-Carcastillo km. 17,5
Zona: La Ribera
Estilo: Románico
Siglos de construcción: XII
Teléfono: 948725006
Historia
Los sólidos muros de piedra del monasterio de La Oliva atesoran siglos de historia y arte: un oasis de paz y tranquilidad.
La Oliva, uno de los tres monasterios que se conservan en la Ribera de Navarra, es la actual morada de 26 monjes cistercienses a quienes se puede ver, vestidos con túnicas blancas, paseando y orando por el claustro del cenobio.
Su amplia iglesia, que es uno de los más genuinos ejemplos del arte cisterciense de España, el claustro gótico, la sala capitular y la capilla de San Jesucristo le descubrirán la importancia artística de este monasterio, construido en los siglos XII y XIII, en el que resulta fácil pasar las horas en tranquila y permanente meditación.
Su visita le permitirá descubrir el valor del silencio, pero también la sonoridad de las liturgias diariamente cantadas por los monjes en lengua vernácula. A dos kilómetros de Carcastillo, a orillas del río Aragón y en medio de una explanada sin apenas vegetación, se levanta el complejo de edificios medievales que forman el monasterio cisterciense de La Oliva.
Su nombre tiene mucho de leyenda ya que, según cuenta la tradición popular, un rey navarro, en su lucha contra los árabes, resultó herido y fue a morir al pie de un acebuche.
En el lugar del olivo silvestre se construyó el monasterio de La Oliva, fundado en 1149 por la orden del Cister.
Tras siglos de esplendor en la Edad Media, la guerra de la independencia y la Desamortización dejaron al cenobio en ruinas y abandonado hasta que en el siglo XX se restauró y restituyó la vida monástica.
Descripción
Al llegar a la explanada del monasterio, nos encontramos ante un conjunto monumental de grandiosa sencillez. La entrada se realiza bajo un profundo arco apuntado a cuyos lados se conservan restos de la antigua muralla del siglo XII y, en la parte superior, el palacio abacial. Al traspasar esta entrada, descubrirá un amplio conjunto integrado por varias edificaciones que se agrupan en torno al claustro y patios abiertos.
En la parte central, está la iglesia de Santa María (XII-XIII) que combina elementos góticos y románicos. Está considerada como una de las construcciones más perfectas de la escuela hispano-languedociana. Su interior nos descubre un espacio sobrecogedor de tenue iluminación.
Desde el lado norte de la iglesia se accede a las dependencias medievales del monasterio, distribuidas en torno al claustro del siglo XII reconstruido durante los siglos XIV y XV. Rodeando al claustro, están la sala capitular, una buena muestra de arte protogótico, la antigua sacristía, el refectorio, la cocina y una grandiosa escalera del XVI. Alrededor de estas dependencias se encuentran los restos de la cillerería, y la capilla de San Jesucristo, ubicada en el huerto como si fuese una pequeña ermita.
Además de la riqueza artística, el cenobio brinda al visitante la oportunidad de asistir, vestido con decoro y guardando silencio, a las liturgias diariamente cantadas por los monjes en lengua vernácula, las cuales se celebran a las 4:30 (Rezos); 7:00 (Eucaristía); 8:15 (Tercia); 12:45 (Sexta); 15:10 (Dona); 18:30 (Vísperas) y 20:45 (Completas y Salve).
Hospedería
El monasterio, que cuenta con hospedería en la que puede alojarse cualquier visitante, dispone también de viñedos y bodegas, y bajo la marca Monasterio de La Oliva comercializa vinos tintos (reserva, crianza y jóvenes), rosado, vino de licor y vino para celebrar misa. Todos, salvo el licor, están amparados por la Denominación Origen Navarra y pueden adquirirse en la tienda del monasterio.
Zonas cercanas
Si le interesan los espacios naturales, visite la laguna de Pitillas o el embalse del Ferial, una laguna rodeada de pinos; ambas disponen de observatorio de aves. También puede optar por adentrarse en el Parque Natural de las Bardenas Reales o dirigirse a Ujué (pocos kilómetros al norte del monasterio) para comer las típicas migas de pastor.