Basílica de Nuestra Señora del Puy

Basílica de Nuestra Señora del Puy

Localidad: ESTELLA (31200)
Dirección: Calle Abárzuza, 1
Zona: La Zona Media
Estilo: Moderno
Siglos de construcción: XX
Información

Descripción

La monumental ciudad de Estella, enclave destacado del Camino de Santiago, cuenta entre sus construcciones de interés, con un edificio moderno: la basílica de Nuestra Señora del Puy, copatrona de la localidad.

Se construyó sobre un alto donde la leyenda cuenta que se apareció una imagen de la Virgen. Primero se levantó una ermita, luego una iglesia barroca y ahora esta basílica con forma estrellada recreando el intenso efecto lumínico que se produjo con el descubrimiento de la talla.

En el interior se conservan una imagen gótica de la Virgen del Puy del siglo XIV y dos imágenes de Cristo crucificado realizadas en el XVII. Desde la basílica podrá disfrutar de una hermosa y completa panorámica sobre la monumental ciudad del Ega.

La Basílica

La basílica de Nuestra Señora del Puy, encaramada sobre un alto, vigila Estella. Es un edificio moderno de estilo neogótico diseñado por el arquitecto navarro Víctor Eúsa. Su construcción se inició en 1929 sobre el antiguo tempo y se culminó en 1951. Una larga escalinata ayuda a salvar el desnivel existente hasta llegar al templo.

Se cuenta que en el lugar donde se halla la actual edificación, allá por el año 1085, unos pastores atraídos por un conjunto de estrellas se dirigieron a lo alto de un montículo. Escondida en una gruta descubrieron la imagen de la Virgen.

El rey Sancho Ramírez mandó construir una ermita en su honor, sustituida en el siglo XVII por una iglesia barroca de la que hoy se conservan algunos elementos como el pórtico de entrada y el patio que le precede.

Se da la curiosidad de que la Aparición de la Virgen es anterior a la fundación de la ciudad, el año 1090 en que se le otorgó el Fuero.

Esta aparente contradicción se debe a que antes de esa fecha ya existía una agrupación espontánea de mercaderes francos que pudieron utilizar este hecho para llamar la atención del monarca y que éste reconociera y protegiera su poblado.

Además intentarían atraer a sus tiendas a los peregrinos que cruzaban el río Ega dos kilómetros más al sur y se dirigían a Irache sin pasar por Estella. Para ello escenificaron la milagrosa aparición de una virgen cuyo nombre hicieron coincidir con el de una de las más veneradas de toda Francia: Notre Dame du Puy.

El éxito fue inmediato, y se consiguieron ambos objetivos.

acudía en busca de milagros. Cuando en 1929 se derribó la iglesia barroca aparecieron numerosos exvotos que recordaban milagrosas curaciones, algunos tan pintorescos como la fotografía de un joven con la cara deformada por el mordisco de un asno.

Pero el milagro más trascendente se produjo en septiembre de 1638. Durante la defensa de Fuenterrabía, cientos de estelleses fueron destinados a combatir en el flanco más peligroso. Preocupados por su vida, se encomendaron a la Virgen, la cual se les apareció y les prometió que todos regresarían sanos y salvos a la ciudad. La promesa milagrosamente se cumplió, y la ciudad, agradecida, la nombró su patrona de ciudad, con lo que a partir de entonces su devoción aumentó.

En la Basílica actual, tanto la planta como la cubierta tienen forma estrellada, elemento que se repite en la decoración y el mobiliario. Gracias a esta forma y al uso de numerosos ventanales, el arquitecto ha conseguido recrear en el interior un intenso efecto lumínico que alude al descubrimiento de la imagen de la Virgen del Puy.

La talla gótica de la Virgen del Puy

La iglesia acoge una imagen sedente de la Virgen del Puy, copatrona de la localidad junto con San Andrés. Es de estilo gótico, del último tercio del siglo XIII o principios del XIV, realizada en madera policromada y forrada de plata. Luce una corona dorada y una media luna a los pies, ambas piezas del siglo XVII. Destaca el rostro, tanto de la Madre como del Hijo, por su forma redondeada y su actitud serena y sonriente.

La Virgen del Puy se guardaba en una arca hasta el siglo XVIII, cuando se instaló en un retablo. Esta arca, de la que sólo se conserva la puerta de madera, está pintada por las dos caras; en la parte exterior muestra un apostolado pintado sobre oro, y en la interior se representa la Anunciación.

En el interior de la basílica del Puy también se conservan dos interesantes imágenes de Cristo crucificado, realizadas en el siglo XVII.

El templo acoge ofrendas florales el 25 de mayo con motivo de la festividad del Puy y en las fiestas patronales, que comienzan el viernes anterior al primer domingo de agosto, en honor a San Andrés y a la Virgen del Puy.

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