Catedral de Santa María

Catedral de Santa María

Localidad: PAMPLONA (31001)
Dirección: Calle Dormitalería
Zona: La Cuenca de Pamplona
Estilo: Gótico
Siglos de construcción: XIV
Horario de visita: De lunes a viernes, de 10:00 a 14:00 y de 16:00 a 19:00. Sábados, de 10:00 a 14:00. Domingos cerrado.
Precio visita: Consultar. Descuentos especiales para determinados colectivos y para grupos.
Teléfonos: 948222990 – 609936934 – 948227400
Fax: 948210440
Email: guiapatrimoniocultural@yahoo.es

Descripción

Ubicada sobre el promontorio del Casco Antiguo de Pamplona, en idéntico lugar en que se asentó la Pompaelo romana, se encuentra la Catedral de Santa María de Pamplona, obra del gótico de los siglos XIV y XV.

Este emblemático monumento es el que más reliquias histórico-artísticas atesora de la ciudad. En ella se coronaron los reyes, se reunieron las Cortes y durante tres siglos tuvo su sede la Diputación del Reino.

La sobriedad de su fachada neoclásica, obra de Ventura Rodríguez, contrasta con la estética gótica del interior del templo, cuya nave central, de 28 metros de altura, alberga el bello sepulcro de Carlos III de Navarra y su esposa Leonor de Castilla.

La verdadera joya de esta Catedral es su Claustro, considerado como uno de los más exquisitos del gótico universal. Desde la fundación romana de Pamplona, el solar de la Catedral siempre ha sido elegido como sede del principal templo cristiano de la ciudad.

Allí Carlos III El Noble ordenó construir el actual recinto al más puro estilo gótico, inspirándose en otras fabulosas catedrales como la de Bayona, en Francia. Su ubicación dentro de la ruta de los peregrinos hacia Santiago, hizo que el edificio presentara un ábside poligonal con deambulatorio, característico de las iglesias de peregrinación.

La catedral de Pamplona

fue restaurada entre 1992 y 1994 en unas obras que rescataron parte de la rica policromía que en origen cubría muros, pilares y cubiertas, y que ocultaba un repinte de 1773 que imitaba el color de la piedra, y que acrecentaron la luminosidad del templo, con lámparas recubiertas en plata forjadas en talleres de Granada.

Las obras de restauración confirmaron la existencia de templos anteriores de los siglos VI y X, además de permitir la aparición de una cripta románica bajo el ábside izquierdo del templo.

La fachada de la catedral

es sin duda, el elemento más polémico del conjunto; obra del arquitecto madrileño Ventura Rodríguez, el cabildo la mandó construir en 1783 para sustituir a la primitiva románica, muy deteriorada.

Afortunadamente, hoy todavía podemos contemplar sus bellos capiteles en el Museo de Navarra. Su cuerpo principal es fiel reflejo del templo griego, con frontis y columnas, a cuyos extremos se erigen dos altas torres, una de las cuales alberga la Campana María, que con sus 12 toneladas es la segunda más pesada de España.

Cuenta la tradición que el límite del territorio que denominamos “Cuenca de Pamplona” está marcado por aquellos lugares hasta donde llega el tañido de esta campana.

Ya en el interior

la planta de cruz latina cuenta con tres naves, capillas entre los contrafuertes y cabecera con capillas que forman la girola. El templo está cubierto con bóvedas de crucería, ventanas de tracerías flamígeras y dos rosetones.

En la nave central se encuentra el Mausoleo a los Reyes de Navarra Carlos III el Noble y Leonor de Trastámara, obra de soberbio valor artístico realizada en alabastro por Johan Lome de Tournai.

El conjunto escultórico se completa con 28 figuras plorantes de nobles y alto clero que rodean a los reyes yacentes, sobre una cripta que guarda restos de monarcas y príncipes enterrados

Preside el templo la talla de madera revestida en plata de Santa María la Real. Ante esta virgen románica del siglo XII, la más antigua de las imágenes marianas conservadas en Navarra, se coronaban, bautizaban y bendecían los reyes navarros.

El retablo de Caparroso (1507), el lienzo de Fray Luis Ricci (1632), ambos en la girola, o el Santo Cristo crucificado, obra maestra de Juan de Anchieta (siglo XVI), que se encuentra nada más entrar a la izquierda, son las obras artísticas más sobresalientes del recinto religioso.

El Claustro

Es uno de los mejores ejemplos del gótico universal; una combinación magistral de curvas y rectas dominada por las grandes arcadas ojivales y treboladas, rematadas por pináculos con maineles, decoraciones y tracerías de gran elegancia.

Al conjunto, que presenta cuatro corredores, se puede acceder a través de dos bellísimas puertas: la de la Preciosa, cuyo nombre deriva del salmo que los canónigos cantaban al pasar por ella para acceder al dormitorio: «Pretiosa in conspectu Domini, mors sanctorum eius», y la de Nuestra Señora del Amparo, cuyo tímpano destaca por el dramatismo que relejan sus personajes en la Dormición de la Virgen y en cuyo mainel central, observamos la imagen gótica de una sonriente virgen protegida bajo un decorativo dosel.

Durante el recorrido, merece la pena detenerse en el sepulcro de Leonel, hijo bastardo de Carlos II, y en la Capilla Barbazana, que guarda bajo bóveda estrellada el sepulcro del obispo Arnalt de Barbazán y que preside la Virgen del Consuelo, una excepcional imagen gótica realizada en piedra policromada.

Completan las dependencias catedralicias:

la Biblioteca, con más 14.000 volúmenes, la Sacristía rococó, y el Refectorio y la Cocina, con una gran chimenea de 27 metros de altura, en los que se ubica el Museo Diocesano. Este museo alberga una valiosa decoración de arte sacro, entre la que destaca una colección de tallas medievales de la Virgen.

Una magnífica y equilibrada panorámica del conjunto catedralicio se contempla, sin lugar a dudas, desde el mirador del Parque de la Media Luna. Aproveche su visita para conocer las murallas y el centro histórico de Pamplona.

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