En Puente la Reina, meta de la tercera etapa, se puede disfrutar de una visita a la Iglesia del Crucifijo (S. XII, XIV), construida por los caballeros templarios. Destaca también la Iglesia de Santiago (S. XII), situada en la Calle Mayor y que guarda una de las tallas policromadas del Apóstol Santiago más hermosas que se conservan a lo largo de la Ruta Jacobea. La cuarta fase del Camino de Santiago abandona esta encantadora villa por el Puente de los Peregrinos -joya medieval del siglo XI- y se dirige a Mañeru donde el caminante halla un hermoso crucero renacentista, y puede entrar a orar a su parroquia del siglo XVIII, San Pedro.
Después llega a Cirauqui, típico poblado medieval con una bella calzada romana y que conserva la Iglesia de San Román (S. XVI), repleta de recuerdos de antiguas peregrinaciones. Destaca también por su antigüedad, el templo de Santa Catalina, del siglo XIII. Continuando con su trayecto, la Ruta Jacobea entra en Lorca, que posee un bello conjunto de casa blasonadas e Iglesia románica del siglo XII, El Salvador.
Tras dejar atrás este pueblo, el caminante llega a Villatuerta, con su iglesia parroquial románica del Siglo XII, una ermita, San Miguel, del siglo XI y un puente románico. Finalmente, el Camino lleva a los cansados peregrinos a la morada de su cuarta noche jacobea, Estella, noble Villa fundada en el 1909 por el rey de Navarra Sancho Ramírez.