Localidad: Orbaitzeta
Dirección: Valle de Aézkoa
Zona: Los Pirineos
Valle de Aézkoa
Uno de los más bellos del Pirineo, conserva 15 de los 22 hórreos de Navarra, declarados Bien de Interés Cultural. Estas construcciones, que se concentran principalmente en Aria, Orbaitzeta e Hiriberri-Villanueva de Aézkoa, se idearon siglos atrás para almacenar el grano a salvo de la humedad y de los roedores.
Muy demandado por los amantes del turismo rural, está formado por pequeños y tranquilos pueblos que se esconden entre montañas cubiertas de prados y bosques de hayas y robles.
Hórreos
Esta región del Pirineo oriental navarro alberga 15 de los 22 hórreos catalogados como Bien de Interés Cultural en Navarra. La escasez de cereal y la humedad típica de estos parajes hicieron que ya en la Edad Media los agricultores utilizaran estas pequeñas construcciones elevadas sobre el nivel del suelo para almacenar el preciado grano a salvo de los roedores.
Si conoce otros hórreos del norte de España, encontrará algunas diferencias. Los de Aezkoa son del tipo pirenaico y se distinguen por tener tejado a dos aguas casi sin aleros, planta rectangular y paredes de piedra sin labrar. Están elevados sobre pilares de piedra, piramidales o con forma de tronco, rematados por losas circulares denominadas “tornarratas” que evitan el paso de los roedores.
Algunos tienen cerrado el espacio entre los pilares.
Poblaciones de Valle
Callejee sin prisa por los distintos pueblos del Valle y se encontrará entre su casas de piedra con los hórreos aezkoanos. Garaioa, Hiriberri-Villanueva de Aezkoa, Aribe, Aria, Orbara, Orbaitzeta y Garralda conservan ejemplos de esta arquitectura popular, conocidos por los nombres de las casas a las que pertenecen.
El de casa Domench (Orbaitzeta) es el más grande de la zona; el de casa Larrañeta (Orbaitzeta) conserva su estructura de madera y los pilares originales; algunos, como el de Apat (Aribe) y Reka (Hiriberri-Villanueva de Aezkoa), presentan inscripciones en la fachada; y los hay que siguen siendo utilizados como granero (hórreo de casa Jamar, en Aribe).
Selva de Irati
No olvide tampoco que al norte de este valle pirenaico puede visitar la Selva de Irati, el segundo hayedo más extenso de Europa después de la Selva Negra alemana. Un mar de árboles surcado por caminos, que en verano y primavera se viste de intensos verdes y en otoño se tiñe de mil tonos ocres.
Escuchar la berrea de los ciervos, disfrutar del paisaje o recoger setas y fresas silvestres son algunos de los placeres que le regala la naturaleza al senderista que se adentra en este bosque. Muy cerca se encuentra, también, la Colegiata de Orreaga/Roncesvalles.